De pechos sobre el avance del angosto ventanil, la princesa sola entregarse a vagos ensueos, aspirando a venturas que no conoca, de las cuales formaba idea por referencia de sus damas y por conversaciones entreodas, sorprendidas -pues estaba vedado tratar delante de la princesa del mundo y sus goces- As y todo, reuniendo datos dispersos y concordndolos con ayuda de la fantasa, la secuestrada supona fiestas magnficas, iluminaciones mgicas suspendidas entre el follaje de arbustos cuajados de flor y que exhalaban embriagadores aromas; oa los acordes de los instrumentos msicos, aladas melodas que volaban como cisnes sobre la superficie de los lagos y vea las parejas que, cogidas de la cintura, luciendo sedas, encajes y joyas, danzaban con incasable ardor, deslizando los galanes palabras de miel al odo de las damiselas, rojas de pudor y felicidad, sueltos los rizos y anhelante el seno. Insist, me sobrepuj a m mismo, desplegu todos los recursos, y como el artista que cultiva por medio de las reglas la inspiracin, llegu a tal grado de maestra en la comedia del sentimiento, que logr arrebatar al auditorio. Pero la muchacha, encendida como una amapola, se quit de la ventana, cerrndola de golpe. A un ngel! Ya haban alzado el teln, pero no apareca Laura, y Vicente, abstrado en su frenes, hubo de notar, por fin, que la gente profera exclamaciones de descontento y que la funcin no era la anunciada, la que Laura deba representar. Hoy se muere de gozo Candidita. Su amistad se consolid, y hay quien cree que se visitan a menudo. S, para or consejos estaba l! Qu edad contara yo a la sazn? Y vi, a la luz de los brilladores astros, que se deslizaba de las pupilas oscuras una lgrima lenta. Al fin, en una calle muy solitaria, un aroma que traa la brisa hizo latir fuertemente el corazn del ngel; no ola a gloria, pero s ola a jazmn; y el perfume era embriagador y sutil, como un pensamiento amoroso. Sujeto acomodado, cuarentn, formal, recomendable, seriote En fin; mi mismo padre se dio por contento y convino en que era una excelente proporcin la que se me presentaba. Finita se qued, al parecer, algo chafada; sin duda, esperaba otra cosa, misteriosa, ilcita, y llegndose vivamente a Currn, le dijo entre dientes: Currn suspir, se mir a las botas y sali con esta pata de gallo: -Cmo nada! Furiosa, hizo tomar las grietas y calafatear los intersticios, creyndose a salvo de atrevimientos y demasas; mas no contaba con lo ducho que es en tretas y picardihuelas el Amor. Y un da que encontr a Pablo y le abr mi alma y le confes mis perplejidades, mis dudas respecto a si deba o no revelar la verdad, puesto que la conoca, Pablo me respondi, con lgrimas de rabia al borde de los lagrimales: -No intervengas. Verdad que estas singulares condiciones del vizconde las adivinaba yo por la aptitud que tengo para restar los estragos de la vejez y reconstruir a las personas tal cual fueron en sus mejores aos. Si no le dejo. Los otros, fruto del primer tlamo, le adoraban y le ampararon como padre cuando todos quedaron hurfanos. El marqus, a quien hice pasar mi tarjeta, me recibi al punto en artstico fumoir y a las primeras palabras relativas al asunto que motivaba mi visita, se encogi de hombros y pronunci afablemente: -No me sorprende el paso que usted da; pero le ruego que me crea, y le empeo palabra de honor de que es la pura verdad cuanto voy a decirle. Pronto se repuso, porque la alegra puede trastornar, pero hace dao rara vez; y de all a dos semanas, la boda de Martina y de Mendoza era noticia oficial, y se saba el encargo del equipo y galas, y se discuta el mobiliario y alojamiento de los novios. En los exmenes yo poda contestar mal o bien, que segura tena la nota: tal labor subterrnea hacan mis solteronas con los catedrticos. No fue hasta 1996 cuando pasaron a ser publicadas nicamente en formato lbum completo e independiente. Fuese o no verdad, lo que es a su marido cilicio le puso doa Magdalena, y hasta grillos, para que de ella no se apartase ni un minuto. rog a sus consternados padres que advirtiesen a Germn que las relaciones quedaban rotas. Una mujer -deca, sonriendo, Pablo- se diferencia de una fruta y de un rollo de billetes de Banco en que tiene conciencia y lengua. Ya ves: quien hablaba por mi boca era el maldito espumoso. Mas el autor de los billetes no se mostraba, y los billetes continuaban, elocuentes, incendiarios, colocados all por invisible mano, solicitando respuestas y esperanzas. En estas cuestiones, los expertos somos un poquillo fatalistas. Semejante excitacin nerviosa, sealaba, como la manecilla del reloj, las etapas sucesivas de su vida moral. Entre la numerosa parentela de Don Juan -que, dicho sea de paso, es hidalgo como el rey- se cuentan unas primitas provincianas muy celebradas de hermosas. y an su corazn (del cual padeca) le avis de que era ella; muy cambiada, muy envejecida, pero ella. Y al dejar escurrir las lgrimas, sin cuidarse de reprimirlas ni de secarlas con el blasonado pauelo, lloraba la juventud, la ilusin, la misteriosa energa vital de los aos primaverales Nunca volvera el pastorcillo a enviarle el divino rayo. Har cosa de tres aos, en primavera, nos alborot la llegada de una tribu errante de gitanos o cngaros. Y haba all un seor que, presumiendo de gracioso, dijo con sorna: Es muy malo comer trece, cuando solo hay comida para doce.. Ser tenida en concepto de mujer de bien fue su ambicin y su sueo; pero desconfiaba de conseguirlo nunca por aquello de la escapatoria. Con la fatiga de tal pensamiento, don Luis aborreca el comer, se consuma de rabia y se abrasaba en extraos celos. Traiciones, falsas, perfidias y vilezas de otras mujeres podan llevarse en paciencia, mientras en un rincn del mundo alentase el leal afecto de Estrella la Beatita. El padre extrem el procedimiento: cerrse a la banda y no nombr a Elisa ya nunca. Casada? Segn avanzaba la lectura, creca el inters. Max Ihlenfeld (poi Massimo Campigli), figlio naturale di genitori tedeschi, nasce a Berlino il 4 luglio 1895. Currn y Finita, en cambio, se encontraban muy a menudo en la escalera, cuando l iba a clase y ella sala para su colegio; pero, valga la verdad ni habran reparado el uno en el otro si no fuera porque cierta maana, al bajar las escaleras, Currn not que Finita llevaba bajo el brazo un objeto, un libro encuadernado en tafilete rojo. Yo no s con qu tono pudo decirlo la malvada, que nos quedamos de hielo. El Amor a quien crea tener en brazos, estaba ms adentro, en su mismo corazn, y Eva, al asesinarle, se haba suicidado. Quiz por obra de la suciedad salvaje en que la gitana viva envuelta, o por el carcter extico de su hermosura de diecisis abriles, lo que me inspiraba era una especie de lstima cariosa unida a un desvo raro; yo no conceba, con tal mujer, sino la contemplacin desinteresada y remota que despierta un cuadro o un cachivache de museo. Como siempre los males pueden crecer, lleg un invierno de los ms rigurosos, y falt a Laura el trabajo con que ganaba el sustento. Y alzndose el antifaz, el domin verde me ense la cara de mi abandonada, de mi rechazada, de mi desdeada Mara Aprovechando mi estupor, corri, salt al coche que la aguardaba, y al quererme precipitar detrs de ella o el estrpito de las ruedas sobre el empedrado. -Nada de eso. An contena las famosas pldoras, y cierto da se me ocurri que las analizase un qumico amigo mo, pues todava no se daba por satisfecha mi maldita curiosidad. Hasta el momento los e-Books representan el ltimo paso cumplido por las editoriales en tema de edicin digital: un tipo de ordenador personal con una pantalla tctil de alta definicin y un sistema de mens con uso de comandos bsicos.[15]. Le podan tapar la boca a las primeras palabras! -A fe que no lo s, hijo -contest la vieja-. (citato in Carlo Giacomazzi, Amava il numero 8, La Fiera Letteraria, n. 17, aprile 1973). Aquella finura de trazo; aquella boca un tanto carnosa; aquella nariz de vara delgada, de griega pureza en su hechura; aquellas cejas negrsimas, sutiles, de arco gentil, que acentan la expresin de los vivos y profundos ojos; aquellas mejillas plidas, duras, de grandes planos, como talladas en mrmol, mejillas viriles, pues las redondas son de mujer o nio; aquel cuello largo, que destaca de los bien derribados hombros la altiva cabeza todo esto, aunque en ruinas ya, subsista an, y a la vez el cuerpo delataba en sus proporciones justas, en su musculosa esbeltez, algo recogida como de gimnasta, la robustez de acero del hombre a quien los excesos ni rinden ni consumen. Cualquiera que no me tenga por un monstruo supondr que me instal a su cabecera y la cuid con caridad y abnegacin. Un rayo de sol se filtraba por la vidriera y hera la seductora imagen, que pareca querer desprenderse del fondo oscuro y venir hacia m. Cuando la muchacha se lamentaba de esto, Germn se vindicaba plenamente; haba que pensar en el porvenir; ya saba Amelia que un da u otro se casaran, y no deba fijarse en menudencias, en remilgos propios de los que empiezan a quererse. el siete de abril fue cuando la desahuci el mdico, y la perd a la madrugada siguiente. Me lo revelaran las pupilas color caf? Cuntos maridos, cuntos hermanos, cuntos padres (sin hablar de las propias vctimas) habrn ardido por culpa de usted en un infierno de vergenza! Hubo peridicos que lo insinuaron: el tole tole fue horrible. -Dudamos de tu novela romntica- exclam al cabo uno de nosotros. Esto no lo tengo yo. De qu? Si yo no la tuviese bastante fra, a estas horas pesa sobre mi conciencia el asesinato de Cardona o l me habra matado a m (no digo que no pudiese suceder). Teodoro haba vuelto a la Pennsula, aunque no a la ciudad donde am y esper. Otros tantos nmeros no son ms que recopilatorios de historietas cortas de Mortadelo y Filemn, tanto de su poca en su Agencia de Informacin, como tras formar parte de la T.I.A. Qu bueno sera trotar por entre aquella hierba suave y perfumada! -Pues qu haba de ser? Oy un grito de mujer; fue derecho a donde sonaba y estrech a Martina en los brazos. Teodoro iba a casarse perdidamente enamorado. Al otro da Currn escribi unos versos (poseo el original) en que deca a su tormento: Nace el amor de la nada; Y, cosa rara, si de chiquilla, al verme, se deshaca en fiestas y se volva loca de gozo, ya de mujercita no pareca sino que la afliga mi presencia. No hubo supuracin ni calentura; cicatriz el mun bien y pronto, y Teodoro no tard en ensayar su pierna de palo, una pata vulgar, mientras no poda encargar a Alemania otra hecha con arreglo a los ltimos adelantos. Con ellos se puede leer casi cualquier documento en cualquier lugar. Repicaron las lenguas y se fantasearon historias de ilcitas pasiones y desvaros del marqus, tragedias horribles, duelos, conatos de envenenamiento y otras mil invenciones novelescas que prueban la ardorosa imaginacin de los naturales de Abencerraje. -exclam el enamorado con exaltada vehemencia-. Mara le arregl el cuarto -porque Germn viva con sus patronos en el piso principal-, le surti de un buen lavabo, de toallas; le repas la ropa blanca y le compr cuellos y puos, con lo cual el dependiente sac a luz su figura adamada, su rubio pelo rizado con gracia sobre la sien, y las criadas y las mismas seoras compraron de mejor gana en el establecimiento, que al fin las cosas de buclica gusta recibirlas de gente aseada, moza y no fea Tambin se come con la vista, solan decir. Los pingajos de su falda apenas cubran sus desnudos y delgados tobillos, y al cuello tena una sarta de vidrio, mezclada con no s qu amuletos. La versin antigua de la coleccin Ol incluy tambin ciertas aventuras largas de los aos 80, totalmente apcrifas, como por ejemplo El rescate botarate o La maldicin gitana, que quedaron fuera de Ol! La Agencia Internacional del International Standard Book Number (ISBN) a travs del Manual de Usuario del ISBN en su actualizacin del 5 de febrero de 2002, reconoce los libros electrnicos como sujetos de cdigo ISBN en el acpite 6 (pgina 15). Mi novio de los primeros aos, mi oculto anhelo de siempre, ni se ocupaba de m; por otra iba a cruzar la espada, por otra a quien secretamente tambin prefera Quin era aquella mujer? Si se encuentra una persona sana, robusta, joven y que quiera lo bastante a esta seora para dar su sangre de las venas de su brazo. -Y qu tiene que ver? No pareca ms viva que los yacentes bultos de una reina y una infanta, cuyos mausoleos de alabastro adornaban el coro. Madre e hija vivan, si vivir se llama aquello, en hmedo zaquizam, al cual se bajaba por los rados peldaos de una escalera abierta en la tierra misma: la claridad entraba a duras penas, macilenta y recelosa, al travs de un ventanillo enrejado; y la nica habitacin les serva de cocina, dormitorio y cmara. Poco tard en conseguir tanta ventura. donde pas la noche entre remordimientos y lgrimas para salir a la madrugada camino de Crdoba, y desde Crdoba a Pars Comprenden ustedes el motivo de la conducta de Marcelo? Con las borracheras y el libertinaje alternaban las sesiones en las logias masnicas y en los comits; Camargo se preparaba ya la senda de la emigracin. Le contuvieron el temor y el hbito de obedecer, que siempre reprime un tanto, al principio, los mpetus rebeldes; pero lo que no acert a sujetar fue su lengua, y loco de entusiasmo refiri a la mam cmo le tena fuera de s la aparicin de la gata celeste. -No seores No se cas al poco tiempo Cuando me empeaba una palabra inquebrantable, estaba ya casado secretamente! Mientras resolvamos, se me ocurri preguntarle: -S, creo que s -respondi titubeando. Quedse el ratn fascinado, absorto. Por experiencia conoca Trifn esta manera de ser y cunto predispone a la credulidad y a las aspiraciones novelescas. La Collezione Verzocchi conservata oggi al Palazzo Romagnoli di Forl. Una maana lleg a la puerta del palacio cierto viejo de luenga barba y rada hopalanda color avellana seca, precedido de un borriquillo, cuyos lomos agobiaba enorme caja de madera ennegrecida. -Ajaj! Esta figura articulada mide unos 15 centmetros e incluye accesorios.Si consigues todas las figuras de esta coleccin, podrs montar una figura adicional de Khonshu (todas las figuras se Cuando lleg la chiquilla a presumir de mujer, empezaron tambin a requebrarla y a rondarla los seoritos en los das de ferias y fiestas, y yo a rabiar cuando notaba que le hacan cocos. Al ir consiguindolo, me convenc ms y ms de que la del verde domin era dama, y dama muy principal, y que slo la curiosidad, o algn empeo ms hondo, deba de haberla arrastrado a un baile de tan mal gnero. Gordos y lucios los cri, y alegres y vivarachos, y con un pelaje ceniciento tan brillante que daba gozo; y no queriendo dejar lo divino por lo humano, prodig a sus vstagos avisos morales, sabios y rectos, y los puso en guardia contra las asechanzas y peligros del pcaro mundo. El palacio del rey de Magna estaba triste, muy triste, desde que un padecimiento extrao, incomprensible para los mdicos, obligaba a la princesa Rosamor a no salir de sus habitaciones. Llevaba su linterna sorda, que le serva para registrar el almacn, en precisin de un incendio; y ya dentro del vasto recinto empez por atrancar la puerta que daba al pasadizo y probar los cerrojos de la que con la tienda comunicaba. Empez, pues, a recorrer calles y callejuelas. Un da en que algunas fingidas lgrimas acreditaron mis celos, mi persuasin de que la cajita encerraba la imagen de un rival, de alguien que an me disputaba el alma de aquella mujer, la vi demudarse, temblar, palidecer, echarme al cuello los brazos y exclamar, por fin, con sinceridad que me avergonz: -Qu no hara yo por ti! En mi pueblo, como sabis, no suele haber grandes emociones, y cualquier cosa se vuelve acontecimiento. La expedicin se presentaba magnfica. Y, en efecto, se consumi. Cmo iba a resistir hasta la carta siguiente, donde l participase su mejora? Eva le acogi en su regazo; acaricile con felina blandura; sirvile golosinas; le arrull para que se adormeciese tranquilo, y as que le vio calmarse recostando en su pecho la cabeza, se prepar a estrangularle, apretndole la garganta con rabia y bro. Slo que ste, a su vez, apret el paso y desapareci por una de las puertas del saln. Tuve tiempo no ms que de dejar la miniatura en el cajn, cerrarlo, y arrimarme a la vidriera, adoptando una actitud indiferente y nada sospechosa. Bah! Resaltaba esta belleza en todos los individuos jvenes de la tribu; pero, como es natural, yo prefera observarla en las mujeres y sola acercarme a la tienda donde habitaba una gitanilla del ms puro tipo oriental que pueda soarse. A quin se le ocurre rondar a su propia hija? El empleado volvi a sonrer, ya con marcada extraeza y compasin, y advirti: -Hay quince duros y tres pesetas! Y hubiese cumplido su propsito, a no suceder cosa ms terrible an: que la seora, objeto de tan reprobable aficin, o porque la adivin o porque se contagi con ella sin adivinarla, al cabo dio en padecer del mismo achaque, y menos cauta, lo descubri con indicios tan claros, que Marcelo, sintindose dbil y vencido antes de pelear, apel a poner tierra en medio Dijo a su hermano que se encontraba enfermo, y esto no era sino relativa mentira, y que necesitaba respirar, por receta del mdico, aires puros, aires de campo; y el hermano, solcito y compadecido, le envi a un cortijo que haba heredado de su suegro, y que por encontrarse en lo ms florido y frondoso de la serrana de Crdoba y ser entonces el mes de abril, deba de estar convertido en vergel delicioso. La modestia de vestir en tan encumbrada seora parecame ejemplar; aquel corpio justo de alepn negro, aquel paolito blanco sujeto a la garganta por un escudo de los Dolores, aquel peinado liso y recogido detrs de la oreja, eran indicaciones inestimables para delinear la fisonoma moral de la aristocrtica dama. No bien pensaba advertir sntomas tan alarmantes, el ratn cerraba los prpados y volva gozoso y tembloroso a solazarse con la gata blanca. Tambin ha habido recopilaciones de historietas cortas puramente apcrifas como La torta sicodlica, La bolsa o la vida y De bote en bote y otras historias. Ella y l, fascinados por el propio sueo, hicieron de la pasin el nico ideal de la existencia y aspiraron a un amor grande, profundamente esttico, ardiente y resuelto como si fuese criminal; noble y altivo como si fuese legtimo; puro a fuerza de intensidad, abrasador a fuerza de pureza. Seguirla, reunirme con ella, sorprenderla en la otra orilla del ro fnebre y estrecharla delirante, exclamando: Aqu estoy. Pero no se acuerda usted? De pronto, como si variase de parecer y obedeciese a una inspiracin sbita, arrollando al hortelano, cruz la puerta, se meti patio adentro, subi una escalera exterior tapizada de madreselvas, que daba acceso a la casa, y entr en una sala oscura, de vidriera entornada, silenciosa. Mi ta Gabriela, sin perder el comps de la dignidad, se puso temblona y me advirti, en frases que revelaban verdadera ternura, que era preciso excusar a los viejos si se afectaban en las despedidas, porque no estaban seguros de volver a ver a los que partan. Era una criatura hermossima, como yo no la haba visto jams sino en mis sueos de adolescente, cuando los primeros estremecimientos de la pubertad me causaban, al caer la tarde, vagas tristezas y anhelos indefinibles. Figrate el de la mujer!. Al otro da, Laura, sentada en el hueco de una reja de la casa de don Luis, con una canastilla de ropa blanca delante, cosa en silencio, sin tomar parte en la charla de las dueas; sufra al dejar su morada, su enferma, su retiro; la fatiga encenda sus mejillas antes plidas. -Es que har penitencia por dos -respond, admirada de que en este punto fallase la penetracin de mi cronista-. La santita pec contra la poesa y contra los sueos divinos del amor irrealizable. Y adnde irn? As es que ellos en confianza trataron y arreglaron la boda, y un da, encontrndome yo bien descuidada, a casarse!, y no vale replicar. Bien inocente seras si creyeses que no te la pega! A m me escribe mi primo Lorenzo que vio a Germn muy animado en el teatro con unas. Al acabar la frase Mendoza, Martina se volvi hacia su padre, que vena detrs, exclamando: -No estoy bien Llvame a sentarme El brazo! Donde usted la ve, los dos surcos de las mejillas que de cerca parecen canales, se los han abierto las lgrimas. No sabes que yo te presenta, que adivinaba tu aparicin, que vine a este baile en la seguridad de que tu presencia lo llenara de luz y de encanto? -exclamaba ella-. Tena los? Al volver, pasados cinco aos, tuve curiosidad de saber qu haba sido de la esposa del capitn Ortiz, y aqu de lo que decamos; supe que viva tranquila, casada en segundas nupcias con un acaudalado caballero. Tampoco sta tena corazn! Amelia, sbitamente, comprendi. Ni aun crea amar a Laura; la consideraba una enemiga mortal. Amor, odio, y venganza. Galleria Nazionale d'Arte Moderna di Roma, mentre la Civica Galleria d'Arte Moderna di Torino gli organizza nel 1959 una mostra personale. Hubo en el grupo exclamaciones, risas, comentarios, y Ramiro Nozales, que la echaba de observador, pronunci con nfasis: -Lo que a m me preocup mucho entonces -prosigui la seora fue averiguar cmo se las haba compuesto la lagarta para hacer presa en don Mariano. Qu diferencia! An con todo, sigue siendo complicado hallar ejemplares de la misma. de mayor cuanta. Las cabezas se inclinaban, y del corro salan exclamaciones de lstima y admiracin. La historia de la moda refleja la evolucin cronolgica de las prendas de vestir, tanto en su vertiente material como esttica y sociolgica. Al llegar aqu de su narracin Gustavo, me hiri de sbito un recuerdo: -Espere, espere usted -murmur recapacitando-. Estaba echada de lado. Eso ya me lo avis un abogadito que tuve El diablo que se meta a pleitear! Y yo os digo, en verdad, que esas gentes superficiales se equivocan de medio a medio, y son injustas con el pobre Don Juan, a quien slo hemos comprendido los poetas, los que tenemos el alma inundada de caridad y somos perspicaces. La chispa de las pupilas ardientes de la mscara determin en m un repentino inters, una especie de emocin de la cual me re por dentro, pero que me impuls a hendir la multitud y aproximarme a la encubierta. 2257 Record-Keeping Requirements Compliance Statement. Hubo entre los cortesanos cuchicheos y alguna sonrisa reprimida pronto, al ver subir a dos porteros abrumados bajo el peso de la enorme caja de madera, y detrs de ellos al viejo de la hopalanda avellana y al lindo hidalgo de suntuoso traje a quien nadie conoca; pero la curiosidad, ms aguda que el sarcasmo, les devoraba el alma con sus dientecillos de ratn, y no tuvieron reposo hasta que el primer ministro, tambin algo alarmado por la novedad, les enter de que la famosa caja del viejo slo contena un panorama, y que con ensearle las vistas a la Princesa aquel singular curandero responda de su alivio. La boda sera en mayo, si no se atravesaba ningn obstculo en el camino de la felicidad de los novios. Lease a salon studio to join our community and experience the freedom and benefits of salon ownership.Becoming the Boss of Your Own Beauty Studio Starts Here. Me ofrecieron llevarme al teatro; me suspendieron los estudios y dironme a beber leche recin ordeada y espumosa. Tienda y portal estaban llenos de un humo acre, asfixiante. La verdad no se supo hasta que corrieron algunos aos, cuando el marqus de Alcal comision a un sacerdote para lograr de su esposa que le perdonase y consintiese en vivir a su lado. Sin duda desde el primer momento, sin ms explicaciones, se convino en que, efectivamente, era un ngel la criatura resguardada por la reja; habituada a orselo llamar en verso, no extra que una vez ms se le atribuyese en prosa naturaleza anglica. This Website also requires the use of cookies. Haba una princesa a quin su padre, un rey muy fosco, caviloso y cejijunto, obligaba a vivir reclusa en sombra fortaleza, sin permitirle salir del ms alto torren, a cuyo pie vigilaban noche y da centinelas armados de punta en blanco, dispuestos a ensartar en sus lanzones o traspasar con sus venablos agudos a quien osase aproximarse.
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